domingo, 24 de agosto de 2014

Capítulo 1.116. "Pon un mediocre en tu vida".

Artículo y chiste para http://salamancartvaldia.es/
Con el bar de Emilio cerrado por descanso (en verdad no se ha ido de vacaciones, dice que no le llega la economía para tanto)… Con el bar de Emilio cerrado, decía, tengo más tiempo para leer la prensa digital y menos ocasiones para dedicarme a los papeles.

En casa, solo, leí y releí en el ordenador la última salida de madre del alcalde de Valladolid, César León de la Riva (permitidme que le quite el don, que es título de honorabilidad y respeto). No me escandaliza lo que dice (la costumbre es un buen antibiótico contra la estupidez); ni siquiera me aterra cómo lo dice (su reiteración me ha inmunizado). Lo que de verdad me duele, me desconcierta, me indigna, es que siga ganando elecciones, que siga siendo digno de crédito para los vallisoletanos un gañán capaz de vomitar palabras como él lo hace.

España es país de mediocres. En España, qué pena, triunfa un cocinero dispuesto a dar voces, a menospreciar a quien le invita, con tal de demostrar que es el mejor, el que más sabe, el más listo y, casi, casi, el más guapo. En España arrasa un miembro de jurado de concurso televisivo que enmascara su estupidez y su falta de educación en una pretendida manera de sinceridad y una más que demostrada incoherencia. En España gustan los habitantes de las cloacas que despellejan a todo bicho viviente en las tardes detele-5… Y César gana elecciones.

¿Cómo no iba a surgir un político como De la Riva, más necio que los necios de Sálvame; más indeseable que los déspotas del Sí que vales; más impresentable que el maniquí de Ruiz de la Prada?


Tenemos lo que nos merecemos. Valladolid lo sufre a diario. “Sarna con gusto no pica”, dicen. Pero a mí no deja de desgarrarme tanta picazón como siento en cabeza, tronco, extremidades y alma.

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