domingo, 8 de enero de 2012

Capítulo XIV. La España caimanita. De cómo los prebostes, despojados de su disfraz de humanos y mostrando su verdadero aspecto de cocodrilos, se apoderan de los hombres y festejan su triunfo agasajándose con un banquete de cabezas, piernas y corazones humanos.


La España cainita no está de moda. El mito, ha sido desplazado, de un caderazo, por la fuerza de los mercados, más rollizos y sobrealimentados, que han creado, a fuerza de depredación, una leyenda que se convierte en realidad cada día. Como siempre ha sido.
A la España cainita le ha tomado el relevo la España caimanita, en la que buena parte de sus habitantes son arrojados, sin sonrojo, a los cocodrilos.
El festín está servido. ¿Comensales? Los de siempre. ¿Viandas? Tú y yo. Y, de postre, el hijo del vecino, más tierno y sabroso por cachorro.

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