martes, 10 de abril de 2012

Capítulo CVII. Tijeretazo. En el que se cuenta cómo continúan desdiciéndose y haciendo aquello que negaron. O de cómo la sanidad y la educación alcanzan el grado cero en el interés de los gobernantes, más preocupados en lanzar campanas al aire que en entonar melodías de tañidos y badajos.



Peor que una película, porque es real.
Mentiras. Nuevas y crueles mentiras.
Aquellos que propugnaban normas contra corruptelas de obras y palabras, se dedican a decir y desdecir convencidos de que el parguas de la mayoría les ampara.
¡Qué triste que la mayoría sea indolente!
¡Qué triste que permanezca en silencio!

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