martes, 12 de junio de 2012

Capítulo CXCVII. "El préstamo". Que refiere la estupidez de llamar al pan, zapato, y al vino, carburador, mientras el mundo se ríe de nosotros y los ciudadanos nos dejamos engañar engatusados por cantos de maléficas sirenas. O de cómo vendrá el dolor tras morder el anzuelo.

Con un poco de perejil nos queda rico, rico.
"No me lo han impuesto:
lo he pedido yo".
(No, si se te nota en la cara.)

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