domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo 887. "Vivir sin posibilidades"

http://www.salamancartv.com/contributorpost/por-encima-de-nuestras-posibilidades/

Por encima de nuestras posibilidades.

En el bar, Aurora respondió a no recuerdo qué comentario de Emilio, el camarero, sobre el optimismo y la recuperación:

“En la planta baja del parking de chorradas quedó aparcada la mentira aquella de que la crisis estalló porque los ciudadanos habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades. Eso nos lo contaron cuando no conocíamos  el abuso al que nos sometieron “los mercados”, cuando ignorábamos la incompetencia y los robos que protagonizaron las entidades financieras, cuando cerramos los ojos ante los políticos que se plegaban a los caprichos de las altas finanzas.

A la entrada del parking, junto al contenedor de basura, tratan de esconder que cada vez más difícil vivir. Así, sin más. Ahora resulta complicado cubrir las necesidades de la familia. No es que hayan cambiado los modelos de producción. Es que han robado la producción y nos han convertido en un modelo de ciudadano conformista, atontado, asustado, derrotado. Por eso tratan de vendernos su falso optimismo. Quieren que vivamos por encima de nuestro optimismo.

Es triste que, sabiendo que se asustan por un Gamonal, consintamos que miles de familias rebusquen su sustento en contenedores callejeros, porque la basura dirigente sigue siendo incapaz de hacer frente a las necesidades reales de los españoles.

A la puerta del Congreso, dos leones desalentados lloran al ver entrar a las ratas que, siguiendo la batuta (que no la flauta) del poder económico, nos estrangulan poco a poco.

Ya no hablamos de los niños que no tienen tres comidas en sus casas; ya no hablamos de los abuelos a los que han sacado de la residencia para vivir con su pensión; ya no hablamos de los contenedores de basura, improvisados restaurantes de autoservicio… Ahora somos optimistas. Óptimamente optimistas.”

Tras soltar toda esta perorata, Aurora, en el bar, rechazó que Emilio, el camarero, le sirviera otro vino. Cabizbaja se marchó a su casa. Los demás bebimos desalentados. En realidad nos supo amarga aquella invitación de la casa.


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